Crónica de un Rojo Amanecer en Chihuahua

El 7 de junio se perfila en Chihuahua para ser recordado como un día de horror y tragedia para varias familias, sobre todo para ser uno de los días más violentos del 2024.

Desde tempranas horas, la ciudad fue testigo de una serie de eventos violentos que sacudieron a sus habitantes y su ya endeble percepción de seguridad.

Antes de las 6 de la mañana, una columna de humo se alzaba sobre una bodega de tarimas al sur de la ciudad como si presagiara lo que sería una jornada de caos, como si se tratara de una premonición, la ciudad no solo ardería por el intenso calor, sino por los actos de violencia que marcarían la mañana.

Antes de las 11 de la mañana, ciudadanos reportaban el hallazgo de ocho cuerpos sin vida en tres lugares diferentes.

El primer y más impactante descubrimiento ocurrió en el Libramiento Oriente, a la altura del kilómetro 25, cinco cuerpos rompían la tranquilidad del amanecer, ciudadanos que circulaban por el libramiento, quedaron atónitos ante la imagen de los cuerpos abandonados. El aviso a las autoridades no se hizo esperar y el tiempo que transcurría para que los cuerpos de auxilio arribaran parecía eterno, como si exisitera la posibilidad de rescatar alguna vida, aunque la imagen dejaba en claro que se trataba de una masacre consumada.

El rumor no se hizo esperar e inició lo inevitable. Los medios de comunicación lo propagaron, “versión, podría tratarse de los DiDis desaparecidos” versaban algunos de los encabezados. Las autoridades lo único que pudieron hacer es informar lo condicente, investigaremos si se trata de los conductores desaparecidos. Mientras tanto, el estado de shok y temor crecían.

Minutos después, otro reporte informaba sobre la presencia de otros dos cuerpos sin vida en la colonia Margaritas ubicada al sur de la ciudad, dos personas entre 20 y 25 años aproximadamente.

Para colmo de los cuerpos de seguridad recibían el reporte de otra persona sin vida en la colonia Tabalaopa, también al sur de la ciudad lugar al que se trasladaron para realizar las investigaciones pertinentes.

La escena en todos los sitios era desoladora, con la presencia de policías, forenses y curiosos que no podían creer la magnitud de la violencia parecía revivirse las escenas de aquel lejano 2009, año más violento en Chihuahua.

Y aun no es medio día.

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